Nos mudamos por tantos motivos diferentes que sería imposible enumerarlos todos. El más básico es el simple cambio de domicilio, lo cual suele llevarse a cabo en un solo día, al menos si nos mudamos dentro del mismo pueblo o de la misma ciudad, de una calle a otra. La empresa de mudanzas, en esos casos, se encarga de ayudarnos a empaquetar nuestros bártulos, al menos los que nosotros no hemos empaquetado previamente, y de introducirlos en los camiones que nos llevarán, en menos de una hora, a nuestro nuevo hogar.

Pero no todas las mudanzas son tan sencillas ni pueden efectuarse en un solo día o, al menos, en una sola fase. Por ejemplo, mucha gente se muda a Madrid porque es la capital y, por lo tanto, se pueden iniciar los estudios universitarios requeridos, o se puede encontrar el trabajo soñado, ya que oportunidades laborales nunca faltan en suelo madrileño, sobre todo si se viene de la periferia. Es en esos casos cuando a lo mejor necesitamos contratar unas mudanzas con guardamuebles a Madrid. Los guardamuebles son, en resumen, espacios en los que podemos guardar nuestro mobiliario básico para que esté a buen recaudo hasta que nos traslademos nosotros.

No todas las mudanzas tienen que ser a Madrid, también pueden ser a otras ciudades del mundo. Por eso existen hoy en día tantas empresas de mudanzas nacionales. El proceso es más o menos igual si decidimos mudarnos a Toledo, pues en cualquier ciudad podemos alquilar guardamuebles. Sin embargo, puede que la fase final de la mudanza sea menos estresante si nos mudamos a ciudades más pequeñas o al menos no tan ajetreadas como Madrid. Ocurre lo mismo si contratamos unas mudanzas a Leganés o en general a cualquier pueblo.

Eso sí, si nos mudamos a una isla o desde una isla, como cualquiera de las canarias o de las baleares, el proceso se complica, ya que tendremos que trasladar pertenencias en barco o en avión según se dé. La cuestión es que, en realidad, no es difícil mudarse si damos con los profesionales adecuados., pero siempre es agotador.